El dramaturgo inglés
apenas te deja asomar al escenario
lleno de varones
que rivalizan continuamente
por tu posesión.
Como si tú, mi Desdémona enamorada,
ajena a sus argucias,
fueras prenda de juego
que hay que arrebatar al moro.
Solo Otelo es el protagonista de la obra.
Otelo y Yago, el traidor,
que le azuza sagazmente
para enardecer sus celos fatales.
Y mientras ellos se enzarzan en circunloquios
destructivos
tú sigues invisible
paseando tu inocencia en el borde del pañuelo.
Sólo se manifiesta el drama del varón ultrajado,
la patraña,
la ambigüedad,
la sutileza
la falsedad del amigo;
la humillación,
la duda,
la desdicha del marido;
la lucha entre su amor y su infortunio
que le obliga a limpiar su honra
con tu muerte.
Y tú, mi Desdémona ciega,
entras y sales invisible por la escena
etérea y limpia en tu ingenuidad.
Ignorando que aquél a quien amas
y, en nombre de su amor,
va a oprimir la almohada
sobre tu rostro.
Y solo entonces
y solo muerta
y solo después
serás visible y real
como solo son visibles y reales
todas las Desdémonas
que en el mundo han sido.
25-11-2018
Domingo, 25 de noviembre
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2018.